miércoles, 20 de septiembre de 2017

"Lo íntimo sigue siendo íntimo, mientras no se enseñe en la red"

Serge Tisseron, psiquiatra, psicólogo e investigador francés

"Lo íntimo sigue siendo íntimo, mientras no se enseñe en la red"

El psiquiatra y psicólogo francés Serge Tisseron.
El psiquiatra y psicólogo francés Serge Tisseron. M.C. Clement


Hace más de una década que el psiquiatra francés Serge Tisseron tomó prestado del filósofo Jacques Lacan el término extimidad. En 2001, publicó La intimidad sobreexpuesta, donde explicaba "el movimiento que empuja a cada cual a mostrar una parte de su vida íntima, tanto física como psíquica". Ya es hora de revisitarla.

¿Cuál es la clave de su reinterpretación del concepto lacaniano?
Para Lacan, la extimidad es un estado, su definición es tópica ["Lo más íntimo es lo que estoy constreñido a no poder reconocer más que fuera"] pero, para mí, es un proceso, su definición es dinámica.

¿Cuál es la diferencia entre extimidad y exhibicionismo?
El exhibicionista sólo enseña lo que fascinará a sus interlocutores, es un farsante repetitivo. El deseo de extimidad, en cambio, consiste en mostrar algunas partes de uno mismo que, hasta ese momento, habían permanecido en secreto, para que otras personas las aprueben. El objetivo no es despertar fascinación sino construir una autoestima más fuerte, así como vínculos sociales más ricos. Pero este deseo conlleva un riesgo, el de ser rechazado. El deseo de extimidad se refiere sólo a la intimidad, es decir, a lo que cada uno considera que se puede compartir. No se refiere a lo íntimo, aquello que decidimos no compartir con nadie. Una faceta de la intimidad que haya sido mostrada al entorno cercano puede más tarde ponerse al servicio del exhibicionismo, pero es un proceso diferente.
¿Cree que los ciudadanos son conscientes de que, además del yo, existe el yo virtual?
No, no son conscientes de su identidad en las redes o e-identidad. Son los periodistas y otros agentes sociales quienes tienen que explicarles la importancia de esta identidad. En Francia, la Comisión Informática de Libertades se dedica a esto. Ser consciente de su importancia es fundamental para reducir el riesgo en internet, no sólo respecto a los adolescentes, sino para personas de cualquier edad.
¿Qué sigue siendo íntimo?
Hablar de extimidad generalizada no significa que todo se haya vuelto visible para todos. Lo íntimo continúa siendo íntimo, siempre que, claro, no se comparta en la red. Hablamos de extimidad generalizada para designar el hecho de que, con internet, todo el mundo tiene la posibilidad de hacer al conjunto de los internautas testigo de la información que comparta sobre sí mismo. Dicho de otra manera, la extimidad generalizada no implica que sea una obligación. Obliga a que todo el mundo sepa cómo debe gestionar los parámetros de su confidencialidad.
¿Lo que ves es lo que soy? ¿O lo que soy es lo que dejo ver?
La primera frase más bien corresponde a lo que pasaba antes de Internet. Esa idea tan extendida de que el hábito no hace al monje quería oponerse a esa realidad. El paradigma social del siglo XXI sería más bien: «Tengo otras facetas además de las que véis de mí». Aquellos que creen que en internet, "lo que ves, es lo que soy" son prisioneros del mundo antiguo. No tienen ninguna cultura de internet y en general son o pre adolescentes o personas mayores. Los adolescentes y los adultos jóvenes ven las cosas de otra forma. Juegan con las apariencias.
¿Por qué necesitamos intimidad?
La intimidad es un valor esencial. Garantiza la vida psíquica de cada uno, nos asegura poder guardar un secreto y, por la misma razón, nuestra libertad. Todas las dictaduras han negado a sus ciudadanos su derecho a una intimidad pretendiendo que ninguna parte de la existencia debía ocultarse a las autoridades. La verdad es que, en la actualidad, hay muchos documentos númericos (tarjetas VISA, tarjetas de transporte, de clientes en tiendas...) que nos identifican, dejamos con ellos una huella. Por eso, preservar hoy nuestra intimidad es aprender a reducir esas huellas al máximo
¿En qué se diferencia la intimidad de la privacidad?
Hay que distinguir cuatro ambitos. Lo íntimo, lo que no se comparte con nadie. La intimidad, lo que compartimos con algunos, animados por el deseo de extimidad, que puede conducir a compartir la intimidad bien con algunas personas cercanas o, al contrario, con el conjunto de los internautas. Podemos compartir en la red una intimidad ignorada incluso por nuestra familia. La vida privada es la intimidad compartida con la familia, pero no necesariamente con otros internautas. Por último, la vida pública es aquello sobre lo que hay un consenso de que se comparte con la mayoría de la gente dentro de una cultura o sociedad concreta.
¿Qué es la googlelización de la autoestima?
He llamado googlelización de nuestra autoestima al hecho de ligarla al número de páginas sobre nosotros que muestra internet. Google es un motor de búsqueda que pretende hacer aparecer en primer lugar las páginas más consultadas. La googlelización consiste en buscar la máximo visibilidad en internet, al precio que sea. Puede conducir a mostrarse más deprimido, con tendencia suicida sin serlo, o puede llevar a caricaturizar las opiniones propias, sólo con el objetivo de atraer más búsquedas en red.
Algunos psicólogos, preocupados por el auge de la extimidad, abogan por un retorno a la soledad.
Formo parte de ese grupo. Para educar a nuestros niños, he establecido un conjunto de consejos que llamo "las etiquetas 3-6-9-12", centradas en la utilización de pantallas a los 3 años, a los 6 años, a los 9 y a los 12. Por otro lado, si es importante descubrir las ventajas de la soledad, también lo es el aprender a fabricar un vínculo social con lo próximo o lo cercano. Y, para ello, hablar juntos de lo que vemos en las pantallas y cómo interactuamos con ellas, así como desarrollar juntos practicas y protocolos para la creación, como para la fotografía por ejemplo, una materia que se ha convertido en algo posible para cualquier persona, de cualquier edad.
http://www.elmundo.es/espana/2014/12/20/54932019e2704ef17f8b4572.html
Entrevista a SERGE TISSERON


Psiquiatra Infantil, Psicoanalista, Doctor en Psicología, Escritor, Escenarista y Dibujante.
Serge Tisseron es Psiquiatra Infantil, Psicoanalista y Doctor en Psicología, nacido en Francia. Tiene un recorrido profesional muy particular, estudia historia antes de orientarse hacia la medicina, y en 1975 sostiene su tesis doctoral sobre la historia de la psiquiatría en forma de cómic. Esta tesis remarcable es con la que abre los caminos que luego va a transitar: por una parte, la historia le llevará a estudiar los secretos de familia; y por otra los cómics le llevarán a estudiar la imagen.
En 1976 obtiene su titulo de Estudios Especializados en Psiquiatría y su tesis será sobre el uso pedagógico de los cómics. Desde 2001 Tisseron es investigador y director de tesis en la Universidad de Paris X Nanterre.
Autor de numerosas libros como: La Empatía, Verdades y mentiras de las emociones; La resiliencia; Los secretos de familia, etc. 
Tisseron investiga sobre las relaciones que mantenemos con las imágenes, con las redes sociales y la influencia psíquica en los bebés, en los niños y en los adolescentes; por ello colabora como experto en muchas instituciones como en el Ministerio de Educación Nacional en Francia, en Bélgica y en Suiza. 
Participa en la toma de decisiones de diferentes organismos europeos para informar y asesorar sobre las leyes y sobre las consecuencias de las nuevas tecnologías (Comisión de Leyes, Oficina de Evaluación Parlamentaria, Protección Jurídica de la Juventud, Centro de Análisis).
Es llamado para dar conferencias en diferentes medios y en diferentes países. Ha escrito libros sobre las nuevas tecnologías, los videojuegos, las imágenes, la televisión y el último que acaba de salir, titulado: Rêver, fantasmer et virtualiser (Soñar, fantasear, y virtualizar).
En estos libros, Tisseron nos da consejos de cómo utilizar las nuevas tecnologías y cómo ayudar a nuestros niños y adolescentes a un buen uso de estas herramientas actuales.
En la elaboración de sus teorías se basa en Didier Anzieu, sobre todo en sus conceptos sobre “El yo piel”, que aplica con éxito a las imágenes y a los objetos. También se apoya en Nicolás Abraham y Maria Torok para explicar los efectos de los secretos de familia o la vergüenza, y sigue la obra de otros autores como Gisela Pankow, Jacques Lacan o Sandor Ferenczi.
Tisseron ya ha venido a Mallorca al Congreso sobre las Nuevas Tecnologías TICS, organizado en 2007 por la Consellería de Educación y su conferencia fue muy apreciada.
En 2008 vino a Madrid al “Circulo de Bellas Artes” para hablar de Tintín y de las investigaciones sobre la familia del autor, Hergé. Ha dado conferencias en la Universidad de Barcelona y del País Vasco. 
Tisseron continúa con su trabajo clínico privado con pacientes tanto adultos como niños y adolescentes, lo que le da un conocimiento sobre las necesidades y los conflictos del ser humano a lo largo de su vida.
Los Cómics
Usted es escenarista y dibujante. Ha dibujado comics y es autor de tres libros ilustrados destinados a los niños, dos destinados a la televisión y a los secretos de familia.
Usted es incluso uno de los personajes de la novela Después de Tintín de Frederic Grolleau. El cómic no es muy apreciado en el mundo escolar, los profesores creen que es para divertir a los niños y no se utiliza mucho en la enseñanza. Algunos profesores prefieren que los alumnos lean un buen libro y no “perder el tiempo” con los cómics. ¿Cuál es su opinión y qué hay de interesante en los álbumes de Tintín para invitar a los niños y jóvenes a leerlo?
El cómic es un medio de expresión, de creación y de comunicación de la misma manera que el cine o los multimedia.
Y como en todas partes hay muy malos y también excelentes. Por lo que concierne Las Aventuras de Tintin, siempre me ha sorprendido la calidad de los textos, que son creaciones colectivas del taller de Hergé.
Con los cómics, la dificultad es la de meter en los espacios limitados a los textos el máximo de información (los famosos bocadillos). Se debe practicar el arte de la concisión y de la precisión. ¡En las aventuras de Tintín se llega de una manera remarcable!
El cómic puede ser un excelente soporte de reflexión sobre la construcción de la narración. Los niños hoy están tan absorbidos por los programas televisivos, rápidos y poco explícitos, que tienen dificultad para construir el sentido de la narración.
Con los cómics se puede tratar la narración por fragmentos, página por página o bien de una manera global a nivel del álbum, incluso una sucesión de álbumes.
Con ella los profesores tienen un apoyo de reflexión sobre cómo se complementa la imagen y el texto en las narraciones contemporáneas y también un apoyo de construcción de la narración.
Relación de los jЧvenes con la televisión, videojuegos, internet… Consejos de la AsociaciЧn Francesa de Pediatría Ambulatoria
Muchos padres se inquietan por la relación de sus hijos con las pantallas y los videojuegos, y a menudo piden consejo de cómo ejercer la autoridad parental con los adolescentes y con los preadolescentes…Sí, es necesario aconsejar a los padres, a pediatras y a profesores a comprender dos cosas: que la prevención comienza desde la educación infantil y que hay que encuadrar al niño, acompañarlo.
La utilización exagerada de los videojuegos y consolas a la adolescencia no es un problema médico como en la adicción: es un problema educativo que necesita la autoridad parental y de un clima relacional creado por los padres en casa.
La regulación del uso de las pantallas es necesaria porque mientras el niño crece está desarrollando su imaginación. Él puede crear con sus propias manos, notablemente por medio del dibujo así como con el modelado y con el juego que realiza con otras personas.
Cuando el niño se inicia demasiado pronto a los automatismos de la consola el juego entorpece el desarrollo de su motricidad fina y de su creatividad. A estas edades, jugar solo con una consola personal se convierte rápidamente en un juego compulsivo. Usted ha firmado un contrato con la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria para que los pediatras aconsejen a los padres sobre el buen uso de la televisión, los videojuegos, Internet, etc. Estos consejos están inscritos en la página web de los hospitales y consultas de los médicos. Lo que usted ha llamado la regla 3-6-9-12.
Sí, los pediatras son visitados regularmente. Son interlocutores muy importantes para aconsejar a los padres sobre el uso de las pantallas y de las imágenes.
La regla «3-6-9-12» ha sido adoptada por la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA).
Las pantallas de Internet y de videojuegos son soportes extraordinarios de diversión y a la vez son educativos, pero a condición de descubrirlas en el momento adecuado y en buenas condiciones. Es por eso que propuse en 2008 la regla «3-6-9-12» para guiar a los padres en este camino.
Entonces, desde el 2011 esta regla es adoptada por el AFPA, quien la difunde ampliamente.¿Qué es el AFPA? 
Es una asociación nacional francesa que reagrupa a más de 1600 pediatras. Es decir, más del 60% de los pediatras de ejercicio ambulatorio (medicina del niño aparte del hospital: pediatras liberales y pediatras que trabajan en Protección Materno-Infantil o en instituciones).
Esta asociación está comprometida con el Colegio Nacional De la Pediatría (CNDP), junto con otras seis comunidades pediátricas. Sus diferentes misiones pretenden desarrollar las acciones de formación continua, elaborar una reflexión sobre los programas y los medios de esta formación, promover la investigación médica en el dominio de la Pediatría Ambulatoria y realizar acciones y programas de pediatría humanitaria.
La etapa infantil es pues una etapa importante en nuestro esfuerzo por sensibilizar a los padres en la necesidad de prevenir los abusos y el mal uso de los videojuegos, Internet o televisión.¿Qué significa exactamente la regla «3-6-9-12»? 
Recordemos brevemente:
1. Ninguna pantalla antes de los 3 años, o por lo menos evitarlas lo más posible porque los numerosos trabajos demuestran que el niño menor de tres años no gana nada con el uso de las pantallas. El bebé es muy capaz de ocuparse solo. Se puede ocupar con una bola de lana de en la moqueta o con los juguetes que le deja el hermano.>/span>
Si se pone al bebé delante de la tele no aprende a ocuparse de él solo y como no aprende a ocuparse de él desde que se quita la tele viene la crisis de angustia porque no sabe lo que va a hacer y los padres también se angustian, con lo que le siguen dejando delante de la tele.
2. Ninguna consola de juego transportable antes de los 6 años.
Tan pronto como los juegos numéricos son introducidos en la vida del niño acaparan toda su atención, y esto se hace evidentemente a costa de sus otras actividades. Además, antes de que el niño sepa leer los únicos juegos posibles deben de ser sensorio-motores y basados en el desarrollo motriz. 
3. Nada de Internet antes de los 9 años, e Internet acompañado hasta la entrada en secundaria.
El acompañamiento de los padres en Internet está destinado no solo a evitar que el niño se confronte con imágenes difícilmente soportables: debe permitirle integrar tres reglas esenciales: todo lo que se pone en Internet puede caer en uso de dominio público, también se quedará allí eternamente, y todo lo que se encuentra allí es poco seguro, porque es imposible saber si es verdad o es falso.
4. Internet solo a partir de 12 años, con prudencia.
Y será necesario estar acompañados por los padres. Hay que definir con el niño las reglas de uso, convenir horarios predefinidos para poder navegar y colocar un control parental.
Si la regla “3-6-9-12” es necesaria, no es suficiente por ella misma.>/span>
Marcar el tiempo de permanencia delante de la pantalla (y esto a todas las edades) es esencial.
Entre 3 y 5 años particularmente los niños no ganan nada pasando más de una hora al día delante de una pantalla. Por otro lado, los jóvenes deben gozar de una educación que les permita comprender las condiciones de producción de los medios de comunicación diversos y sus modelos económicos. Es el papel de la institución escolar dárselos. Las pantallas deben ser reguladas desde la infancia y y los niños y los jóvenes educados para utilizar la tecnología virtual.
El juego de las tres figuras.
Los padres quieren que los hijos tengan buenos resultados escolares y obtengan una buena formación, fuerzan a los niños a trabajar muy pronto y estos no tienen el tiempo de jugar. 
Después sucede que en la adolescencia no paran de jugar con los videojuegos y con las consolas; es como si por haber prohibido el juego en la etapa infantil después no pudieran dejar de jugar. Por esto yo he introducido el juego de “Las tres figuras” que se desarrolla desde los primeros años de la educación infantil, donde el profesor propone al niño jugar, como si hiciera un teatro, durante 50 minutos varias veces por semana.
Este juego ha sido seleccionado en la lucha contra el acoso y la violencia escolar y se trabaja con él desde la educación infantil. Es un programa que permite a los niños ponerse en el lugar del otro, ya sea como agresor o como víctima. También está la figura del justiciero, por eso se llama el juego de las tres figuras.
El profesor propone a los niños que aporten imágenes que les interese, que sean de actualidad. Los interesados interpretan la escena y pasan por todos los roles.
Los niños alternativamente van a jugar el papel de un agresor, o de una víctima, o de un justiciero.
Este programa ha sido seleccionado por el Ministerio de Educación Nacional de Francia en el marco de la lucha contra el acoso y el maltrato. He firmado un contrato con el Ministerio de Educación Nacional de Francia para formar a todos los psicólogos escolares que quieran adquirir esta formación y a su vez ellos formar a los profesores. También trabajamos con el Ministerio de Educación de Bélgica, de Suiza y de Rumania.
El objetivo de este juego es que sea instalado en todas las escuelas en la etapa infantil.
Antes, los videojuegos como tema estaban de mayor actualidad. Hoy en día es como si ya no se tuviera problema con los videojuegos, los padres han sabido administrarlos bien.
Sin embargo, hoy los padres no saben qué hacer con las redes sociales, Facebook, Tuenti, etc. porque no han crecido con ellas.
Con los videojuegos hay ideas fijas que hay que superar. La primera es que lo videojuegos provocan un aislamiento social, esto es falso. Si una persona tiene tendencia a aislarse se va a aislar igualmente leyendo un libro o coleccionando sellos.
Por el contrario, si tiene una buena socialización en la vida real él va a emplear los videojuegos para establecer una buena socialización en el mundo virtual.
Como los videojuegos son tecnología numérica, se va a emplear todo lo que esta tecnología nos aporta; es decir, va a servir tanto para alejarnos del mundo como para aproximarnos. Este es el principio de mi último libro, subtitulado Del virtual psíquico al virtual numérico.
Todo lo que hacemos con el virtual numérico lo hacemos primero con nuestro propio espíritu. Lo virtual nos habita y es por eso que el ser humano ha inventado una máquina, una tecnología, que es la tecnología numérica que tenemos ante los ojos, pero lo virtual existía ya antes.
Los niños que tienen tendencia a aislarse van a aislarse más con lo virtual, de la misma manera que los niños que tienen tendencia a socializar, van a socializar más.
La segunda idea hecha que tenemos que superar es la de que la tecnología numérica produciría una adicción. Hoy todos los especialistas reconocen que el modelo de la adicción era un modelo propuesto porque no se comprendía esta tecnología, por eso teníamos que encontrar un modelo, para comprender a los jóvenes que pasaban todo el tiempo con los ordenadores.
Hoy no hay criterios precisos que indiquen que el hecho de jugar a un videojuego es adicción porque no se tiene el síndrome de abstinencia cuando prohibimos a alguien jugar. En un principio, la persona no está contenta; pero poco tiempo después, muy pronto, piensa en otra cosa.
Mientras que si impedimos a un fumador que fume, él no piensa más que en eso.
El hecho de que renunciemos a hablar de adicción no quiere decir que no haya problema y es la tercera idea recibida que hay que superar, pero el problema no es médico: es educativo. Un niño pasa tiempo con los videojuegos, y entonces los padres se preocupan. Pero no por eso hay que enviarlo al psiquiatra: primero es necesario intentar comprender por qué pasa el tiempo con los videojuegos, y entonces nos daremos cuenta de que hay dos posibilidades:
1. Los niños juegan por placer, por pasión. Hay niños bien adaptados socialmente con buenos resultados escolares y que juegan ampliamente; para ellos es su pasión. Son niños que no hacen deporte, que no leen, y si no hacen nada de eso, es verdad que pueden pasar tiempo en los videojuegos, al mismo tiempo que llevan una vida social y teniendo buenos resultados escolares. 
2. Hay que distinguir entre estos niños que pueden ser jugadores excesivos pero no presentan ninguna patología y entre los jugadores patológicos, que pueden jugar menos tiempo pero perderlo en los videojuegos, ¿y por qué pierden el tiempo? Porque no juegan por placer, por pasión, sino que juegan por huir de algo desagradable para ellos.
Esta es la distinción esencial: Los que juegan por pasión y después los que juegan para escapar de una pena, los que se sumergen en el juego para no pensar en algo doloroso, que puede ser mi novia me ha dejado, la profesora de matemáticas me tiene manía y no quiero ir a clase porque es insoportable, mis amigos me molestan en la escuela, me hacen mucho daño pero evito pensar en ello y juego a los videojuegos como un loco; o mis padres se han divorciado o se van a divorciar y para no pensar en ello me empapo de videojuegos, o mi abuela que se ha ocupado de mí cuando era pequeño ha muerto y me produce mucha pena pero intento no pensar entonces juego como un loco, para olvidar…
Los jugadores patológicos juegan para olvidar la realidad; de pronto la cosa que debe preocupar a los padres es, ante un niño que juega mucho, comprender si ellos juegan por placer. Puede ser que el niño un día, cuando sea mayor, sea un profesional de los videojuegos. Por el contrario, si juega para huir de un disgusto, de una pena, es necesario que hable de eso, de lo que le produce pena. 
Para saberlo hay una manera, bastante simple, que es preguntar al jugador si juega solo o con otros, sabiendo que el jugador que huye del desagrado, juega normalmente solo. El jugador que lo hace por placer o por pasión, es un jugador sociable. Entonces vemos que no es tan importante el tiempo que pasa jugando, sino la manera de jugar. ¿Gué hay detrás de la manera de jugar… juega por placer o por huir de un displacer?
Nosotros, los padres, los pedagogos, los adultos en general… ¿estamos preparados para formar a los jóvenes?
Pienso que lo que es un problema es que la revolución numérica llega en un momento de crisis económica; si fuera un momento de prosperidad, de bienestar social, muchos padres prestarían más atención y se interesarían más por lo que hacen los jóvenes. 
El problema es que los padres están desorientados y pierden las referencias y además sería necesario que estén atentos y observen cómo sus hijos gestionan la tecnología numérica y eso es un gran esfuerzo para muchos de ellos.
Crisis de confianza de los adultos hacia los jЧvenes y de los jЧvenes hacia los adultos.
Lo que sucede es que muchos adultos miran a los jóvenes con desconfianza. De pronto hay una crisis de confianza de los adultos en relación a los jóvenes y de los jóvenes en relación a los adultos. El mundo que los adultos han fabricado es un mundo muy estropeado. 
Tener hoy 17, 18 años es entrar en un mundo destrozado por los adultos, los adultos han vivido a crédito y son los jóvenes los que van a pagar las deudas y eso es insoportable, en todos los campos: en el campo financiero, en el de la contaminación, en el de la deuda exterior, en el de la energía nuclear. Nadie conoce hacia dónde vamos. 
Los adultos legan un mundo lleno de pornografía; si los jóvenes están en la pornografía es porque está por todo, pues son los adultos quienes la han fabricado. 
Es normal que los adolescentes piensen que los adultos han fabricado este mundo sin pensar en ellos. 
Se ve que los adolescentes se refugian en ellos mismos, y no en su intimidad sino en sus compañeros de su misma edad, en la pandilla. La crisis de confianza no se resolverá hasta que los adultos no confíen en los jóvenes, les den confianza. Es necesario que los adultos miren positivamente lo que hacen los jóvenes. 
Cuando los adultos tengan confianza en esa cultura de los jóvenes, éstos tendrán confianza en ellos mismos y prestarán atención a la crítica que los adultos hacen sobre los excesos de los jóvenes. 
No se puede condenar el mal uso, es necesario reconocer lo que hay de positivo en esa práctica para poder condenar más tarde el mal uso y ser creíble. 
En relación a los programas basura, o los realities, hay que darse cuenta que enseñamos a los jóvenes la perversión y lo negativo de las noticias, lo espectacular… sin hacer hincapié en los contenidos. ¿Usted conoce el movimiento español llamado 15M? ¿Y también de ‘los indignados’? Es un movimiento social que reivindica un cambio dentro de la sociedad en el que la persona sea el centro. Este movimiento reivindica también un cambio en la política y en los políticos en general, para que haya un compromiso ético y podamos tener todavía la ilusión que nos permita resistir dignamente a los cambios que se avecinan. 
La crisis actual debe de ser la ocasión de pensar la relación de cada uno con los demás y con el Planeta Tierra de forma diferente. El movimiento de los indignados es la manifestación de este deseo. Este movimiento comporta la idea de que las reformas que hay que hacer no son solamente de orden económico que permitan a los países europeos tocados por la crisis de superarla. Existe también el deber de comprometerse en la lucha contra las diferentes desigualdades: derechos del hombre, defensa de los sin papeles o de los sin casa… 
Yo estoy sorprendido del hecho de que regularmente los adultos olvidan la época en que fueron jóvenes. El movimiento de los indignados muestra que la juventud es capaz de una generosidad y de una inventiva que los adultos tienen tendencia a subestimar, y a imaginar alternativas innovadoras. La juventud es la edad de todas las pasiones, de todos los entusiasmos, y de una extremada sensibilidad a las injusticias. Este movimiento nos muestra que nosotros, adultos, debemos tener confianza en los jóvenes y que tenemos que decírselo y además demostrárselo. 
Hoy en día hay una gran crisis de confianza entre las generaciones. Es evidente que los adultos deben mostrar el camino empezando ellos por tener confianza en los jóvenes. Entrevistado y traducido por Elena Gayán. (Psicóloga clínica. Psicoterapeuta Miembro Asociación Internacional Pareja y Familia (AIPCF)gayanelena@hotmail.com
Ilustrado por S.Tisseron .
Publicada en la Revista Enki. Edición Nº 3 (abril-mayo 2012)


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