“El verdadero significado de las cosas se encuentra al tratar de decir las mismas cosas con otras palabras”.
(Charles Chaplin)

- Título original
- A Woman of Paris: A Drama of Fate
- Año
- 1923
- Duración
- 84 min.
- País
Estados Unidos
- Director
- Charles Chaplin
- Guion
- Charles Chaplin
- Música
- Louis F. Gottschalk, Charles Chaplin
- Fotografía
- Roland Totheroh, Jack Wilson (B&W)
- Reparto
- Edna Purviance, Carl Miller, Adolphe Menjou, Lydia Knott, Betty Morrissey,Malvina Polo, Clarence Geldart, Charles K. French, Charles Chaplin
- Productora
- United Artists presenta una producción Charles Chaplin Productions / Regent
- Género
- Drama. Romance | Cine mudo
- Sinopsis
- Melodrama que denuncia la hipocresía y los prejuicios morales de la sociedad a través de la historia de Marie St. Clair (Edna Purviance), un sencilla joven de un pequeño pueblo francés enamorada de un pintor. Primer drama del maestro Chaplin que dirigió para la United Artists, productora y distribuidora creada entre otros por él mismo. (FILMAFFINITY)
Charles Chaplin es uno de los mayores íconos que el séptimo arte haya producido, todo un emblema, toda una personalidad, inmortal personaje, multifacético hombre de cine, un artista mayúsculo. Tras nueve años interpretando a su mítico Charlot, y haber materializado cerca de sesenta cortos con el bigotudo personaje, Chaplin realiza, lo que él mismo calificaría como su primer trabajo “serio”. Y es ciertamente un ejercicio singular, único dentro de la filmografía del gran Chaplin. Nos retrata para el presente filme, la trágica historia de una pareja de jóvenes amantes, que ven las vías de su relación siempre bloquearse, ya sea por el padrastro de ella, o por los padres de él. Cuando intenten viajar a Paris y casarse, un imprevisto hace que ella se vaya sola. Un año después, el joven encontrará a su amada siendo cortesana de un acaudalado y despreocupado sujeto, la mujer con la que se amaron parece haberse esfumado, y tratará de recuperarla. Inolvidable filme del legendario comediante, en el que, por vez primer algo insólito acontecía, veía la luz un filme de Chaplin, en el que no aparecía Chaplin, algo por esos años, simplemente inconcebible. El filme significaría la última colaboración del director, actor y guionista, con la musa de sus primeros años, Edna Purviance, que se convierte en protagonista absoluta del filme, filme que por cierto sería un fracaso comercial.
Un texto nos introduce a la acción, es la historia de Marie St. Clair (Purviance), una mujer marcada por su destino, una terrible situación familiar. Su padrastro (Clarence Geldart), es un abusivo sujeto que la encierra en casa, pero el joven con quien ella frecuenta, Jean Millet (Carl Miller), la hace escabullirse por la ventana, ellos planean viajar a Paris, y casarse. Pero al volver ella a su morada, el padrastro la ha dejado afuera, por lo que van a la casa de Jean. Allí, se topan con otro inconveniente, la madre (Lydia Knott) y padre (Charles K. French) de Jean no la admiten en el hogar, le reprochan su miserable origen, la desalojan, Por tal motivo, adelantan su viaje a la capital francesa. Va Jean a hacer las maletas, y despidiéndose de sus furibundos padres, su progenitor fenece, debiéndose quedar, pero Marie, sin saber el motivo de lo demora, parte a París sola. Un año después, ya en Francia, donde la suerte es caprichosa, y donde la mujeres apuestan su vida, el rico y caprichoso Pierre Revel (Adolphe Menjou) hace y deshace romances con mujeres, el despreocupado personaje hace ciertos estudios alimenticios. Marie convive con su amiga Fifi (Betty Morrissey), hermosa fémina que aprovecha su juventud y brío para intimar con hombres.

Apertura el filme una secuencia que unificará diversas imágenes del agreste escenario, imágenes que se van ya advirtiendo como dramáticas, no es el típico trabajo cómico chaplinesco. En esta, la primera cinta en que Chaplin trata temas severamente dramáticos, e incluso trágicos en su desenlace, mucho del meollo o drama principal es explicado pronto, los padres representan el primer escollo en el amor de dos jóvenes, y ese primer segmento del filme es el que está dotado de un lenguaje audiovisual más expresivo. Se da así una marcada tonalidad oscura en esos primeros pasajes, la introducción y presentación del drama se hace con esa lobreguez, esa marcada oscuridad que le da una expresividad mayor al drama, a la atmósfera opresiva que se vive por parte de los jóvenes, se trata de un nuevo estilo en Chaplin, ciertamente una novedad respecto a los trabajos que había materializado hasta entonces. Como se evidencia, la novedad no se limitaba únicamente al ahora solamente trágico tratamiento de las acciones, sino también a la forma en que se lo representa, a las técnicas y recursos, cambió la forma, y también el fondo. Esa expresiva y oscura atmósfera creada tiene su origen en la estupenda fotografía de Roland Totheroh, excelente retrato en blanco negro, rebosante de sombras, poderosos contrastes de las penumbras con las luces, buena utilización de esos contrastes de luminosidad y oscuridad para resaltar el dramatismo de lo que se presenta, la severa y tiránica atmósfera de unos padres que maniatan la felicidad de sus hijos. Particularmente notables y memorables son varias secuencias, entre las que está la de la realización del retrato de Marie, ella, ahora embriagada en su nuevo estilo de vida, posa con una elegante parafernalia, vestido plateado y elaborado sombrero, pero Jean la pinta con los desgastados y humildes vestidos de cuando la conoció en tierras yanquis, es su forma de decirle que aún la ama intensamente, que es esa su faceta que mejor conoció, y de la que se enamoró, la que aún espera encontrar.

http://cinestonia.blogspot.com/search?updated-max=2012-08-17T13:07:00-07:00&max-results=5&start=17&by-date=false