jueves, 7 de mayo de 2020

MUSIL, PON UNA NOCHE CON "LA AMIGA DE HOMBRES IMPORTANTES"



La amiga de hombres importantes es un texto teatral inusual. Inteligencia destilada, provocativa y divertida. Una hoguera de vanidades contra toda hipocresía, de ayer y de hoy. Es la historia de una bella mujer, Alfa, y de los hombres que giran a su alrededor, atrapados en una red de palabras. El proyecto, propuesto por el director Antonio Syxty, es una producción de producciones teatrales Teatro Litta (Teatro Litta y Quelli di Grock Associati). Gaetano Callegaro , actor, alias de la esposa de Apuleius-Halm Alfa.
¿Qué significa traer a Musil al escenario hoy?
Tiene sentido porque el autor de El hombre sin cualidades en este texto lleva a cabo una forma grotesca de ver la belleza de la palabra. Musil fue muy cuidadoso con la elección de la palabra. Además, encontramos su forma grotesca de ver a la sociedad burguesa incluso en lo contemporáneo, donde permanecen el vacío, la inutilidad y la vanidad. Estos personajes son todos vanidosos. Vinzenz dice que el talento existe porque no existe el talento. Por lo tanto, también es un discurso muy sociológico y filosófico. Por ejemplo, existe ese pasaje en el que Vinzenz dice que lo importante es recuperar la realidad. Es un arquetipo, un prototipo de lo que entonces es la realidad.Está escrito en el '23: después de todo, desde finales del siglo XIX hasta los años treinta en Europa, el fermento cultural fue muy alto. En Francia, sobre todo, en lo que respecta a la pintura. Pero también en Italia, donde nace el futurismo. Este espectáculo tiene un gusto muy Dada.
¿Es un texto sobre el poder desconcertante de la palabra?
Exactamente. No es casualidad que Vinzenz diga: "Bueno, pero solo junta las palabras ..."
¿Es suficiente que algo suene bien para que exista repentinamente?
En la última novela de Eco, Numero Zero , hay un pasaje sobre las expresiones idiomáticas que se utilizan para la comunicación política. Esas frases como "nos disculpamos con los italianos", son muchas. De hecho, cuando comenzamos y juntamos palabras, los italianos somos maestros porque se enseñó la elocuencia, ya era una disciplina en la época de Cicerón.
¿El problema es cuando la elocuencia se convierte solo en un instrumento al servicio del poder?
Una vez que la elocuencia fue cara a cara , ahora es cara al mundo . Musil juega con la comunicación, con lo verdadero-no-verdadero. Es un texto en particular que queríamos presentar, en parte porque el director Antonio es un artista versátil, es un amante de la palabra. En parte porque creemos que es correcto. Aunque entendemos queNo es una cosa fácil, hay que prestar atención.Para aquellos que no están familiarizados con Musil, esta es una forma divertida de enfrentar la palabra. No es algo muy directo, porque es muy refinado. Por lo tanto, se debe prestar atención. Hemos visto que el público joven también puede encontrar el placer de hacerlo, en un mundo donde todo se basa en un mensaje en el que eliminas los artículos.
El espectáculo también es un desafío para el espectador. Demuestra que estás poniendo el listón muy alto. ¿Tiene una consideración muy grande de la inteligencia de su audiencia?
Sí, porque creo que el teatro es conocimiento. Directores como Ronconi y Strehler también lo dijeron. De hecho, no hay nada como el teatro como herramienta para hacer, por ejemplo, que The Divine Comedy se vuelva interesante.
¿El teatro también refina el espíritu crítico útil en la realidad cotidiana?
Soy muy anglosajón en estas cosas.Creo que sería importante tener el teatro como asignatura curricular desde el primer grado.Porque también les daría a los maestros la oportunidad de poder explicar, contar. Transmitir su tema de una manera mucho más interesante. El show en vivo tiene la oportunidad de crear la atención adecuada en el espectador. Muchos todavía piensan que el teatro es muy difícil. La educación escolar debe cuidarlo.Las apariencias a veces mueven el mundo, no menos que el amor.
La protagonista de esta comedia, esta mujer, Alfa, desde lo alto de su vanidad, ¿tiene a todos en la mano?
En mi opinión, esta forma de comportarse todavía existe, quizás aún más. Porque la apariencia ahora es quizás más buscada. Desafortunadamente, la búsqueda también busca al tipo que ve a hombres y mujeres en la televisión y dice: ¡ah, sin embargo! El atractivo te hace famoso sin que puedas hacer nada.
¿Pero no volvemos al discurso del talento que hace Vinzenz?
Exactamente, ¿qué es el talento? El no talento también es un talento.
En cambio, el teatro requiere disciplina.
Requiere disciplina, rigor, sudor. La televisión es diferente. Debo decir que soy muy crítico con los 20-25 años de televisión de Berlusconi. Hoy volví a ver a Umberto Eco porque había programas especiales, y lo escuché hablar de una novela de Asimov que leí cuando era un niño en la que, en una sociedad futura y en una situación de destrucción total, alguien estaba buscando a quién aún conocía. las tablas de multiplicar
¿Pero no crees que ya estamos en esto?
Sí, no sé si es correcto o no. El problema es que la evolución técnica puede conducir a la inmortalidad, pero también al hecho de que uno ya no conoce las tablas de multiplicar porque tiene un sistema Android que las calcula.
Una muerte en la vida. ¿Se puede delegar el uso del cerebro?
Es como la memoria. Si no tienes memoria eres un vegetal.
Afortunadamente, el teatro es un antídoto muy poderoso para esta deriva.
El problema es que no somos un país que mira mucho la cultura. Hablan mucho al respecto, pero la cultura necesita comer. Por ejemplo, el buen ministro ha hecho un pacto con Agis , de modo que el 22 de octubre el acceso a los teatros italianos será gratuito. Pero cual es la razon? No estamos totalmente financiados, como en los países del socialismo real y los actores y bailarines eran muy buenos allí.
También se reconoció un valor social en estas profesiones. Muchas personas, por otro lado, piensan que el teatro no es un trabajo real.
¡Pero estamos en 2016! En Italia, también se activa un mecanismo por el cual el dinero es malo. Es un legado del catolicismo. También existe este mecanismo en mi opinión, entre lo que es el catolicismo y lo que es el protestantismo. El calvinismo, el protestantismo dan el valor correcto al dinero.El catolicismo dice que el dinero es malo, pero lo usa.En Italia hay mucha hipocresía, vinculada a la idea de la confesión y el perdón. Un ejemplo para todos: los mafiosos que van a la iglesia. O cuando se trata de la familia. Los sacerdotes hablan de eso, pero ningún sacerdote católico sabe qué es una familia. Sus contrapartes protestantes lo saben.
Y su espectáculo señala con el dedo a la hipocresía.
El texto cuenta una historia muy simple con un idioma en particular. Hay que tener en cuenta que es una traducción y que solo hemos modificado cosas pequeñas. Sería interesante conocer bien el alemán para apreciarlo plenamente. Porque el alemán es un idioma muy preciso.
¿Piensas llevar el espectáculo también fuera de Milán?
Tenemos la producción y, por supuesto, si alguien la solicita, la exportamos, pero no es fácil ejecutar un programa como este.
¿Nos encontramos con Alfa y Vinzenz todos los días en la calle?
Sí, especialmente ahora. Pero Alfa no es un pañuelo, es inteligente. ¿Quién podría ser hoy? ¿Una de esas damas de Confindustria? O un Alfa es definitivamente Maria De Filippi. Porque ella es amiga de todos. Representa falsa modestia, la subestimación deseada que se convierte en vanidad.
Y también de hombres similares a sus adoradores vemos muchos.
Solo mira a tu alrededor. Como en esas películas donde llegas a una casa cerrada y encuentras al cónsul el pretor. Es lo mismo. Las apariencias a veces mueven el mundo, no menos que el amor. Es el colmo de la hipocresía que Musil saca a relucir. Vinzenz es un empleado, un matemático, y de repente declara que quiere ser un sirviente. Hay una broma hermosa: si no tienes tu propia vida, sigue otra.
Debes estar orgulloso de este espectáculo.
Hacer teatro no es fácil. Hacer reír a la gente puede ser muy fácil. Pero ya no es como en los años setenta. Hoy en Zelig en tres minutos tienes que hacer reír a la gente y existes durante una temporada. Los autores ya no existen. Es más fácil para Zelig escribir que escribir una comedia. Y te pagan más.
Si hablas con poco instinto, la risa vendrá. Pero entonces, ¿qué queda?
Es cierto. Y luego somos culturalmente diferentes.Una comedia que funciona en Milán no funciona en Roma y viceversa.Porque la comedia romana es muy tamarra y la milanesa es más surrealista. Piensa en Cochi y Renato.
Jannacci mismo.
Seguro. Y Gaber.
¿Será culpa de la niebla?
No, en mi opinión es una cuestión de diferentes influencias. La última parte de nuestra historia antes de la unificación de Italia éramos austrohúngaros. Y esa nordicidad permanece. Como los piamonteses, son muy franceses. Y los romanos papales.
Tal vez su forma de reír es una pequeña venganza por esto.
Son de diferentes maneras. Y esto significa que Italia es ...
"Armoniosamente moteado", como dice Vinzenz?
Exactamente si. Estamos moteados Y entonces no somos novelistas. Nunca me gustó Manzoni. En I promessi sposi, los personajes se cortan con el hacha. Entonces su conversión, esto empujó al catolicismo, se siente a lo largo de la novela. Lucía está bien, la otra es estúpida.
¿Guardar algunas escenas de peste y el asalto a los hornos, tal vez?
Sí. Pero suficiente. Piensa en Hugo, en The Miserable . Ese libro extraordinario. Escribir para teatro también es una profesión. Y como dijo Cerami, la escritura genera escritura. El cine italiano recién comienza a recuperarse ahora. Checco Zalone me parece brillante desde un punto de vista cómico porque logra ser impredecible. También hablo como experto: puede leer nuestra empresa. Creó un personaje que puede ser lo opuesto al viejo Fantozzi, que era el hombre promedio, pequeño y ansioso. Mientras Checco Zalone va al presidente y le dice: hola, tú y yo somos iguales. Lo cual es verdad. Pero, así llamado, te hace reír.

El amigo de Robert Musil de hombres importantes (Vinzenz).
Adaptado y dirigido por Antonio Syxty.
Con Caterina Bajetta, Gaetano Callegaro, Pietro De Pascalis, Guglielmo Menconi, Debora Virello.
Escenas Disfraces de Guido Buganza Giulia Giovanelli.
Producciones teatrales milanesas.  Ya en el  Teatro Litta Milano
https://www.magzine.it/lamica-degli-uomini-importanti-basta-mettere-insieme-le-parole/


MUSIL, METTI UNA SERA CON “L’AMICA DEGLI UOMINI IMPORTANTI”





L’amica degli uomini importanti è un testo teatrale inconsueto. Intelligenza distillata, provocatoria e divertente. Un falò delle vanità contro ogni ipocrisia, di ieri e di oggi. E’ la storia di una bella donna, Alfa, e degli uomini che ruotano intorno a lei, intrappolati in una rete di parole. Il progetto, proposto dal regista Antonio Syxty, è una produzione Manifatture teatrali Teatro Litta (Teatro Litta e Quelli di Grock Associati). Gaetano Callegaro, attore, interpreta alias Apuleius-Halm consorte di Alfa.
Cosa vuol dire portare in scena Musil oggi?
Ha senso perché l’autore de L’uomo senza qualità in questo testo porta avanti un modo grottesco di vedere la bellezza della parola. Musil era molto attento alla scelta della parola. Del resto ritroviamo il  suo modo grottesco di vedere la società borghese anche nel contemporaneo, dove permane la vacuità, la futilità, la vanità. Questi personaggi sono tutti vanitosi. Vinzenz dice che il talento esiste perché esiste il non-talento. Quindi è un discorso anche molto sociologico, filosofico. Ad esempio, c’è quel brano in cui Vinzenz dice che la cosa importante è riprendere la realtà. È un archetipo, un prototipo di quello che è poi il reality. È scritto nel ’23: del resto, dalla fine dell’Ottocento agli anni Trenta in Europa il fermento culturale era elevatissimo. In Francia, soprattutto, per quanto riguarda la pittura. Ma anche in Italia, dove nasce il futurismo. Questo spettacolo ha un gusto molto Dada.
È un testo sul potere mistificatorio della parola?
Esatto. Non a caso Vinzenz dice: “Beh, ma basta mettere insieme le parole…”
Basta che una cosa suoni bene perché all’improvviso esista?
Nell’ultimo romanzo di Eco, Numero Zero, c’è un passaggio sui modi di dire che servono per la comunicazione a livello politico. Quelle frasi come “chiediamo scusa agli italiani”, sono tantissime. In effetti, quando ci si mette in moto e si mettono insieme le parole, noi italiani siamo maestri perché l’eloquenza si insegnava, era una disciplina già ai tempi di Cicerone.
Il problema è quando l’eloquenza diventa solo uno strumento al servizio del potere?
Una volta l’eloquenza era face to face, adesso è face to world. Musil gioca sulla comunicazione, sul vero-non-vero. È un testo particolare che abbiamo voluto mettere in scena, un po’ perché il regista Antonio è un artista a tutto tondo, è un amante della parola. Un po’ perché riteniamo che sia giusto. Anche se capiamo che non è una cosa facilissima, bisogna prestare attenzione.Per chi non conosce Musil è un modo, secondo noi divertente, di affrontarne la parola. Non è una cosa direttissima, perché è molto raffinato. Perciò bisogna prestare attenzione. Abbiamo visto che il pubblico giovane può ritrovare anche il gusto di farlo, in un mondo in cui tutto è basato su una messaggistica in cui togli gli articoli.
Lo spettacolo è anche una sfida nei confronti dello spettatore. Voi dimostrate di porre l’asticella molto in alto. Avete una considerazione molto grande dell’intelligenza del vostro pubblico?
Sì, perché io credo che il teatro sia conoscenza. L’ hanno detto anche registi come Ronconi e Strehler. In effetti, non c’è nulla come il teatro come strumento per far sì che, ad esempio, La divina commedia diventi interessante.
Il teatro affina anche lo spirito critico utile nella realtà di ogni giorno?
Sono molto anglosassone in queste cose.Credo che sarebbe importante avere il teatro come materia curriculare dalla prima elementare. Perché darebbe anche la possibilità agli insegnanti di saper spiegare, di raccontare. Di far passare la propria materia in  modo molto più interessante. Lo spettacolo dal vivo ha la possibilità di creare nello spettatore la giusta attenzione. Molti pensano ancora che il teatro sia difficilissimo. L’educazione scolastica dovrebbe occuparsene.L’apparenza alle volte muove il mondo, non meno che l’amore.
La protagonista di questa commedia, questa donna, Alfa, dall’alto della sua vanità, tiene in pugno tutti quanti?
Secondo me questo modo di comportarsi esiste tuttora, forse ancora di più. Perché l’apparenza adesso è forse più ricercata. Purtroppo la ricerca anche il ragazzo che vede Uomini e donne alla televisione e dice: ah, però! L’avvenenza ti fa diventare famoso senza che tu sappia fare niente.
Ma così non torniamo al discorso del talento che fa Vinzenz?
Esatto, qual è il talento? Anche il non talento è un talento.
Invece il teatro esige disciplina.
Esige disciplina, rigore, sudore. La televisione è diversa. Devo dire che sono molto critico sui 20-25 anni di televisione berlusconiana. Oggi ho rivisto Umberto Eco perché ci sono state trasmissioni speciali, e l’ho sentito parlare di un romanzo di Asimov che avevo letto quando ero ragazzo in cui, in una società futura e in una situazione di totale distruzione, si cercava qualcuno che conoscesse ancora le tabelline.
Ma non le sembra che siamo già a questo?
Sì, non so se è giusto o meno. Il problema è che l’evoluzione tecnica può portare all’immortalità ma anche al fatto che uno non sappia più le tabelline perché ha un sistema Android che gliele calcola.
Una morte in vita. Si può delegare l’uso del cervello?
È come per la memoria. Se non hai memoria sei un vegetale.
Per fortuna il teatro è un antidoto potentissimo a questa deriva.
Il problema è che non siamo un Paese che guarda molto alla cultura. Ne parlano tanto ma la cultura ha bisogno di mangiare. Tanto per dirle, il buon ministro ha fatto un patto con l’Agis, per cui il 22 di ottobre l’accesso ai teatri italiani sarà gratuito. Ma qual è il motivo? Noi non siamo mica finanziati totalmente, come nei Paesi del socialismo reale e là attori e ballerini erano bravissimi.
Si riconosceva anche un valore sociale a queste professioni. Molte persone invece pensano che il teatro non sia un vero lavoro.
Ma siamo nel 2016! In Italia si innesca anche un meccanismo per cui il denaro è il male. È un retaggio del cattolicesimo. C’è anche questo meccanismo secondo me, tra ciò che è il cattolicesimo e ciò che è il protestantesimo.  Il calvinismo, il protestantesimo danno il giusto valore al denaro. Il cattolicesimo dice che il denaro è il male però lo utilizza. In Italia c’è molta ipocrisia, legata all’idea della confessione e del perdono. Un esempio per tutti: i mafiosi che vanno in chiesa. Oppure, quando si parla di famiglia. I preti ne parlano ma nessun prete cattolico sa cosa sia una famiglia. I loro omologhi protestanti lo sanno.
E il vostro spettacolo punta il dito contro le ipocrisie.
Il testo racconta una storia semplicissima con un linguaggio particolare. Bisogna tenere conto che è una traduzione, e che abbiamo modificato solo piccole cose. Sarebbe interessante conoscere bene il tedesco per apprezzarlo appieno. Perché il tedesco è una lingua molto precisa.
Pensate di portare lo spettacolo anche fuori Milano?
Noi abbiamo la produzione e, ovviamente, se qualcuno lo chiede lo esportiamo, ma non è facile far girare uno spettacolo così.
Alfa e Vinzenz li incontriamo tutti i giorni per strada?
Sì, soprattutto adesso. Ma Alfa non è una velina, è intelligente. Chi potrebbe essere oggi? Una di quelle signore della Confindustria? Oppure un’Alfa sicuramente è Maria De Filippi. Perché lei è l’amica di tutti. Rappresenta la falsa modestia, l’understatement voluto che diventa vanità.
E anche di uomini simili ai suoi adoratori ne vediamo tanti.
Basta guardarsi in giro. Come in quei film dove arrivi in una casa chiusa e trovi il console il pretore. È la stessa cosa. L’apparenza alle volte muove il mondo, non meno che l’amore. È il massimo dell’ipocrisia che Musil tira fuori. Vinzenz è un impiegato, un matematico, poi all’improvviso dichiara che vuole fare il domestico. C’è quella battuta bellissima: se tu non hai una tua vita, seguine un’altra.
Dovete essere orgogliosi di questo spettacolo.
Fare teatro non è facile. Far ridere le persone può essere molto facile. Ma non è più come negli anni Settanta. Oggi a Zelig in tre minuti devi far ridere ed esisti per una stagione. Non esistono più gli autori. È più facile scrivere per Zelig che scrivere una commedia. E ti pagano di più.
Se parli all’istinto basso, la risata arriva. Ma poi, cosa resta?
Vero. E poi siamo culturalmente diversi. Una commedia che funziona a Milano non funziona a Roma e viceversa. Perché la comicità romana è molto tamarra e quella milanese è più surreale. Pensi a Cochi e Renato.
Lo stesso Jannacci.
Certo. E Gaber.
Sarà colpa della nebbia?
No, secondo me è questione di influenze diverse. L’ultima parte della nostra storia prima dell’unità d’Italia eravamo austroungarici. E quella nordicità resta. Come i piemontesi sono molto francesi. E i romani papalini.
Magari il loro modo di ridere è un po’ una rivalsa per questo.
Sono modalità diverse. E questo fa sì che l’Italia sia…
“Armoniosamente screziata”, come dice Vinzenz?
Esatto, sì. Siamo screziati. E poi noi non siamo romanzieri. Il Manzoni non mi è mai piaciuto. Ne I promessi sposi i personaggi sono tagliati via con l’accetta. Poi questa sua conversione, questo cattolicesimo spinto, si sente in tutto il romanzo. Lucia è tutta buona, l’altro è tutto stupidino.
Salviamo qualche scena di peste e l’assalto ai forni, magari?
Sì. Ma basta. Pensi a Hugo, a I miserabili. Quel libro straordinario. Anche scrivere per il teatro è una professione. E come diceva Cerami, la scrittura genera scrittura. Il cinema italiano comincia a riprendersi solo ora. Trovo geniale, dal punto di vista comico, Checco Zalone perché riesce a essere imprevedibile. Parlo anche da addetto ai lavori: lui riesce a leggere la nostra società. Ha creato un personaggio che può essere il contrario del Fantozzi di una volta, che era l’uomo medio, piccino, angariato. Mentre Checco Zalone va dal presidente e gli dice: ciao, io e te siamo uguali. Cosa che è vera. Ma, detta così, fa ridere.

L’amica degli uomini importanti (Vinzenz) di Robert Musil.
Adattamento e regia Antonio Syxty.
Con Caterina Bajetta, Gaetano Callegaro, Pietro De Pascalis, Guglielmo Menconi, Debora Virello.
Scene Guido Buganza Costumi Giulia Giovanelli.
Manifatture Teatrali milanesi. Già al Teatro Litta Milano

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