- Título original
- Divorzio all'italiana
- Año
- 1961
- Duración
- 104 min.
- País
- Italia
- Director
- Pietro Germi
- Guion
- Ennio De Concini, Alfredo Giannetti, Pietro Germi
- Música
- Carlo Rustichelli
- Fotografía
- Carlo Di Palma, Leonida Barboni (B&W)
- Reparto
- Marcello Mastroianni, Daniela Rocca, Stefania Sandrelli, Leopoldo Trieste,Odoardo Spadaro, Margherita Girelli, Angela Cardile, Lando Buzzanca, Pietro Tordi,Ugo Torrente, Antonio Acqua, Bianca Castagnetta
- Productora
- Galatea Film
- Género
- Comedia | Comedia negra. Sátira. Familia
- Sinopsis
- Un barón siciliano (Mastroianni), casado desde hace doce años, se enamora locamente de su sobrina Angela (Stefania Sandrelli), una muchacha de dieciséis. Cuando comprueba que su amor es correspondido, empieza a pensar en el método más seguro para deshacerse de su mujer (Daniela Rocca): hace todo lo posible para inducirla a la infidelidad con el fin de matarla. Las leyes italianas de la época castigaban los llamados "delitos de honor" con penas mínimas. Como su mujer es decente, el plan no funciona hasta que regresa al pueblo Carmelino, un antiguo admirador suyo. (FILMAFFINITY)
- Premios
- Críticas
- Un genial Mastroianni enamorado de su prima descubre que, según la legislación italiana, la mejor manera de quitarse de encima a su mujer no es el divorcio... Divertidísima película de gran éxito internacional que obtuvo el Oscar al mejor guión original, además de dos nominaciones para Mastroianni y Pietro Germi. Un gran divertimento que desparrama ingenio, esconde no poca mala leche y se erige, desde su estreno, como una obra clave de la "comedia a la italiana".Pablo Kurt: FILMAFFINITY
- "Un lujo del cine italiano (...) Rebosante de ingenio"Fernando Morales: Diario El País
- "Desternillante galimatías con parada y fonda en la más abrasiva de las irreverencias. Todo tan cómico, tan real"Luis Martínez: Diario El País




Divorcio a la italiana (1961) - Pietro Germi
Gran filme italiano, una de las comedias clásicas de la historia del cine latino, y uno de los pilares de la consolidada y reconocida comedia a la italiana, la commedia all'italiana, en la que el director Pietro Germi va sentando las bases de una nueva forma de hacer comedia, en la que se plasma una ácida crítica a la sociedad de su tiempo, a la vez que se combina esto con ese elemento idóneo para precisamente eso, deslizar una crítica. El cineasta escoge la clave satírica, la clave cómica para manifestar la ácida y corrosiva burla, primero a la sociedad italiana contemporánea de entonces, y también para su atiborrado y risible sistema legislativo, en el que el crimen está severamente sancionado, empero, el crimen pasional, el asesinato pasional, está bastante más blandamente sancionado. El director nos transporta así al mundo demencial de Fefe, un burgués, un barón viviendo en Sicilia, algo venido a menos, tras doce años de matrimonio, y completamente harto y hostigado de su mujer, viene a posar su interés en su joven y atractiva prima, a quien ama secretamente. El asunto se viene a complicar cuando Fefe, casi sin querer, se entere de que se amor mes correspondido por la jovencita, y se decida a sacarle provecho a la legislación siciliana, que es dura con los asesinos, sin embargo, es tibia y permisiva con los que asesinan por vengar su honor por adulterio, es decir, el crimen pasional. Entonces en barón se decide a fabricar una situación para deshacerse de su mujer, y emprender el idilio con la prima, desatándose la enajenación y las disparatadas correrías. Entrañable y clásico filme, que cuenta con la participación del mítico Marcello Mastroianni, protagonista de un filme cinco estrellas, una joya italiana.

Ante eso, Fefe pone manos a la obra, atavía a su mujer, la exhibe por Agromonte, le está buscando un amante, difícil labor, tanto por la poca gracia de su esposa, como por sendos motivos para cada prospecto, mientras Fefe la soporta cada vez menos. Entonces, pasa algo imprevisto, regresa a Agromonte, luego de una estancia en la guerra, Carmelo (Leopoldo Trieste), antiguo admirador de Rosalia. Prontamente Fefe se las arregla para hospedar en palacio a Carmelo, la situación mejora para él, pues Carmelo y Rosalia pronto sienten atracción. Parte el barón al día siguiente a Catania, a ver a Angela, dejando a los potenciales amantes solos. Llega al extremo de instalar micrófonos para espiarlos, fabrica cartas de sus conocidos indicándole que es cornudo, Se sabe también que Carmelo en realidad está casado, y que tiene tres hijos, tras lo cual, los amantes escapan. El hecho se vuelve la comidilla, todos se burlan de Fefe, el cornudo. El humillado Fefe luego tiene impensado encuentro con la mujer de Carmelo, cornuda también, pero mucho mas determinada que él. Luego, ya habiendo encontrado a los prófugos, aparece primero la cornuda, que lo aventaja y liquida a Carmelo, haciendo luego Fefe lo propio con Rosalia. Tres años han pasado, y las remembranzas terminan, Fefe vuelve, tras tres años de prisión, a ver a Angela; se casan, pero hay un inconveniente, la nueva esposa no pierde tiempo, y está coqueteando con otro, un nuevo crimen se cocina.

Otro punto a tener en cuenta es cómo retrata justamente al personaje principal, al protagonista, es un barón, un burgués, pero un burgués venido a menos, que reside en una casa también venida a menos, un burgués que se aferra a esa imagen, aunque por dentro, su ostentoso palacio sea en realidad un destartalado inmueble, mantiene la imagen pese a todo. Y Marcello Mastroianni, leyenda de la actuación italiana, se encarga de retratar ese carácter, encarna un personaje singular, un burgués cansado de sus relativos lujos, cansado de una mujer insufrible, viene a fijar su interés en su hermosa y joven prima. Se trata de un problema típico pobre niño rico, pero que no se limita a lamentarse, sino, en la cúspide de su cinismo, pone manos a la obra para poner fin a su problema, sabotea su matrimonio, es pues un sujeto complejo, un cínico, en medio de una artificial comodidad, su mayor problema se convierte en deshacerse de su mujer para satisfacer su apetito por su prima, esa es su gran disyuntiva, este cínico nos involucra y nos implica en su dilema, problema tan pequeño como grande, en su vida, lo que pareciera una trivialidad, se convierte en su obsesión. Y la representación de Mastroianni es tremenda, caricaturizando a toda una clase, la enajenación corre por sus venas, y desde el segundo inicial, lo vemos bien ataviado, fino, amanerado, siendo atendido, con una mirada como de aburrimiento, deslizándose por el atiborrado pasaje de un tren, con una larga boquilla de cigarro, exhalando bocanadas, lánguido, despreocupado, observando por la ventana, y es ahí, observando el páramo, cuando su semblante, cuando su actitud cambia, adquiere automáticamente una nostálgica postura, mientras observa el páramo italiano, el páramo sureño que avanza, y ahí comienzan sus remembranzas, comienza el filme. Es un neurótico, el detalle del gesto de la boca y el ruidito producido son sencillamente geniales, repetidos tics que fluirán en los momentos más disparatados, caricaturizando así aún más el retrato del barón, el retrato de toda una clase, la clase acomodada, y Mastroianni se luce, como no podría ser de otra forma, en una de sus interpretaciones míticas, de escaparate, con la indumentaria burguesa, sus gestos neuróticos y amanerados, el bigotito, una apariencia inolvidable, para una interpretación inolvidable.
