viernes, 21 de junio de 2024

El caso de la actriz Shannen Doherty o cómo el sistema sanitario de EEUU puede arruinar incluso a quien tiene recursos

 La intérprete ha revelado que se ha quedado sin ahorros y se ha visto obligada a solicitar una pensión para cubrir sus facturas médicas. Su caso pone de manifiesto cómo la sanidad estadounidense lleva a muchas familias a situaciones límite.

Una foto de Shannen Doherty

La actriz Shannen Doherty, reconocida por sus papeles en series icónicas como Embrujadas o Sensación de vivir, ha revelado que se ha quedado sin ahorros y se ha visto obligada a solicitar una pensión para cubrir sus facturas médicas. Un testimonio desgarrador de cómo incluso las celebrities no están exentas de las crueles realidades económicas del sistema sanitario estadounidense.

Doherty, diagnosticada con cáncer de mama en 2015 y después con metástasis, ha sido clara y directa en sus denuncias sobre las dificultades financieras en las que se encuentra. A pesar de haber tenido una carrera razonablemente exitosa y una vida de fama, la actriz se encuentra en una posición precaria, sin los recursos necesarios para costear su tratamiento. Su caso pone de manifiesto cómo el sistema sanitario estadounidense, donde impera la lógica capitalista y la privatización de los servicios básicos, conduce a situaciones desesperadas para muchos.

Según un estudio publicado en febrero de 2019, cada año alrededor de 530.000 personas se declaran insolventes debido a deudas relacionadas con enfermedades. Este análisis revela que incluso con la Affordable Care Act, impulsada por Barack Obama e implementada con el objetivo de hacer la asistencia sanitaria "más asequible", no se ha logrado reducir apenas el número de quiebras provocadas por gastos médicos. Tener un seguro médico de cobertura baja es citado como uno de los principales motivos de haber acabado en la ruina.

La situación de Doherty es un ejemplo paradigmático de este problema. A pesar de contar con seguro médico, los costes asociados a su tratamiento oncológico han sido desorbitados, y no es la única.

Una encuesta de Gallup realizada en diciembre de 2019 reveló, en la misma línea, que el 25% de los estadounidenses han postergado una visita al médico por una enfermedad grave debido al elevado coste, y un 33% ha hecho lo mismo por enfermedades menos graves. Además, un estudio de la Sociedad del Cáncer de Estados Unidos de mayo de 2019 evidenció que el 56% de los adultos en el país tienen dificultades para pagar sus facturas médicas con normalidad.

Los datos solo confirman un sistema roto que no solo impacta a las personas con bajos ingresos, sino también a aquellas que, como Doherty, han tenido una vida solvente. La inseguridad financiera generada por los precios de los seguros privados ha dado lugar a lo que podríamos definir como a una crisis de salud pública.

Una investigación realizada en 2009 por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard indicó que 45.000 estadounidenses mueren cada año como resultado directo de no tener seguro de salud. Mientras que, en 2018, 27,8 millones de estadounidenses no tuvieron ningún tipo de seguro de salud durante todo el año. Todas estas cifras ilustran cómo la historia de Shannen Doherty no es sino la de un sistema de salud que deja a la gente desamparada en sus momentos más vulnerables.


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