La ya clásica edición anotada de Martin Gardner acaba de aparecer de nuevo en castellano. Desde el año 1984 se han realizado varias ediciones y reimpresiones. Este año, me imagino que a propósito de la campaña publicitaria de la Factoría Disney y queriendo aprovechar el empuje del fenómeno que ha generado la Alicia de Tim Burton, se han reeditado y sacado a la luz todo tipo de libros sobre este célebre personaje de la literatura universal, algunos títulos agotados y poco conocidos del gran público de Lewis Carroll o, como en algunos otros casos, también acerca de la época victoriana. Una buena excusa para volver a releer la obra del reverendo Charles Lutwitdge Dodgson.
Martin Gardner1 es al mismo tiempo un extraordinario divulgador y filósofo de la ciencia, muy popular en el mundo anglosajón por sus libros sobre matemática recreativa y sobre divertimentos de lógica. Se hizo muy conocido gracias a la columna mensual «Juegos matemáticos», publicada en la revista de divulgación Scientific American entre diciembre del año 1956 y mayo de 1986. O por la otra columna que escribía en la revista Skeptical Inquirer, dirigida a la investigación científica de los fenómenos paranormales, con el claro objetivo de poner en evidencia los fraudes que a menudo nos quieren vender en esta sociedad tecnológica.
Aparte de ser un profundo conocedor de la obra del profesor de Oxford, a ambos les liga la pasión y el interés por las matemáticas, la lógica simbólica, las paradojas y la papiroflexia. Gardner nos hace una interpretación comentada de los dos grandes clásicos carrollianos. Esta edición consta del texto íntegro de las dos historias y sus comentarios a pie de página, que crean una red intertextual muy enriquecedora (aspectos científicos, filosóficos, lingüísticos o históricos). Se trata de un trabajo refinado, dirigido a un lector adulto, en una colección de gran formato como es en este caso la de «Grandes Libros» de Akal. Se reproducen todas las ilustraciones realizadas por John Tenniel, que, a pesar de no convencer a Carroll, se han convertido en inseparables de la obra. Ironías del destino.
Gardner siempre ha pensado que este clásico habría que situarlo fuera de la órbita de la llamada literatura para niños y jóvenes, en compañía de otros críticos que opinan que este clásico no es ni moralmente ni intelectualmente apto para niños. No entraré ahora en una discusión larga y quizá tediosa sobre el asunto, pero lo que está muy claro es que las aventuras de Alicia, aún ahora, continúan fascinando a la mayoría de los niños y de los adultos de todo el mundo. El editor nos aporta comentarios sobre los dobles sentidos y los juegos de palabras, muy interesantes no solo para un lector no anglosajón sino para cualquier receptor actual que necesita entender el contexto de la época en la que se escribieron las obras. La lectura que nos ofrece Gardner es, quizá, de las más sensatas que se han realizado, siempre huyendo y poniendo en cuestión algunas (hilarantes) interpretaciones que se han hecho tanto desde un punto de vista de la órbita del psicoanálisis como alguna desde una óptica política. La suya es una lectura, sin ninguna duda, imprescindible.
Notas:
1. Desafortunadamente, el escritor y divulgador Martin Gardner murió el 22 de mayo de 2010. (Volver al texto)