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Todas las cosas que uno ha olvidado gritan pidiendo ayuda en sueños.
El hombre: el único animal que recuerda lo que ha asesinado.
Por ninguna parte veo un dios de la vida, veo sólo ciegos que adornan sus crímenes con un dios.
Todo lo que ha ocurrido teme a su palabra.
La muerte aceptada con resignación no es ningún honor.
Nadie conoce ni ha conocido nada de inmediato: lo que creemos conocer de pronto, ha estado largo tiempo con nosotros. Lo que verdaderamente importa es el conocimiento clandestino que alienta en todos nosotros.
Algunas personas poseen cualidades sencillas por las que uno estaría dispuesto a vender su alma.
Uno no sabe nunca lo que resulta si las cosas cambian de repente; ¿pero sabe uno lo que resulta si no cambian?
No existe ningún dolor imposible, lo único infinito es el dolor.
No se puede odiar a nadie al que se le ha visto dormir.
Hay cabezas llenas de estrellas, pero nunca llegarán a formar constelaciones.
El éxito sólo escucha los aplausos. Para todo lo demás está sordo.
Cuando observo detenidamente a un animal, siento como si dentro de él se escondiera un hombre burlándose de mí.
Uno debe terminar antes de haber dicho todo. Algunos lo han dicho todo antes de empezar.
Amor: una serpiente con dos cabezas que se vigilan sin cesar.
La justicia exige que todo el mundo tenga suficiente para comer, pero también que todo el mundo contribuya en la producción de comida.
Toda decisión es liberadora, aunque conduzca al desastre; por eso tanta gente camina decidida hacia la desgracia.