Archive hoy también. Una cosa preciosa escrita para L'Espresso en abril.
por Loredana Lipperini
Quién sabe cuántos, el 25 de abril que acaba de pasar, habrán resumido lo que nos está pasando: silenciamiento mediante denuncias de intelectuales, censura televisiva de ellos, represión contra periodistas, golpizas a estudiantes, derechos de las mujeres cada vez más en riesgo. Quién sabe cuántos habrán pensado en Norberto Bobbio y, en particular, en estas palabras: "Quienes se refugian, como en un asilo de pureza, en su trabajo, afirman haber conseguido liberarse de la política, y en cambio todo lo que hacen en este sentido no es otra cosa, es sólo un aprendizaje en política que otros le impondrán, y por eso al final hace mala política." Son de 1945. Casi cincuenta años después, en 1994, Antonio Tabucchi hace que el protagonista de Sosviene Pereira, preocupado por la rebelión del joven Monteiro Rossi y su novia Marta contra el régimen, diga estas otras palabras: "Si tuvieran razón, mi En la vida no tendría sentido, no tendría sentido haber estudiado literatura en Coimbra y haber creído siempre que la literatura era lo más importante del mundo, no tendría sentido para mí dirigir la página cultural. de este periódico de la tarde donde no puedo expresar mi opinión”.
Recordar a los intelectuales del pasado no es nostalgia sino consternación: porque frente a las protestas compartidas contra la censura del monólogo de Scurati, debemos recordar la posición adoptada, unos días antes, por algunos académicos muy eminentes contra la Universidad de Trento y su decisión simboliza la reescritura de las normas internas utilizando el femenino demasiado extendido. En otras palabras, esos mismos intelectuales que, por historia y origen, habríamos imaginado alineados contra el gobierno actual, escriben al propio gobierno pidiendo su intervención, perturbados por el ataque a la lengua italiana. La iniciativa proviene del lingüista Massimo Arcangeli, que hace dos años promovió una petición contra la schwa y que, en el bis actual, acusa a la Universidad de Trento de neopuritanismo y fanatismo. La petición se dirige al Gobierno y a los ministerios interesados, a los que se pide opinión (y aquí guardamos silencio, imaginando la posible respuesta), así como al rector para que haga inmediatamente un mea culpa. Son unos centenares de firmas, pero son significativas porque provienen de pensadores que nunca se habrían imaginado recurriendo a Giorgia Meloni, "la" presidenta, para intervenir en una cuestión lingüística. Tomaso Montanari, a su vez rector de la Universidad para Extranjeros de Siena, se muestra consternado y define como "muy miope o muy cómplice" una petición que llega en un momento en que "este gobierno intenta reducir (y luego tal vez demoler) ?) precisamente el sacrosanto baluarte constitucional de la autonomía académica”. Montanari recordó los diversos juramentos de lealtad que se quisieron imponer o se han impuesto a profesores universitarios en el pasado: cierto, porque siempre vale la pena recordarlo. Por eso lo preciado de hoy esMemoria y lucha, calendario íntimo de la República , de Maurizio Maggiani, publicado por Feltrinelli. Hablamos de Liberación y de historia y, de hecho, de memoria: hablamos de lo importante que es hacerla vivir, porque mientras recordemos "las brasas de los escombros gastados de la República nunca se apagarán". Porque la memoria es la que debe guiarnos para cambiar a mejor. Y no la excusa para atrincherarse en la preservación de una supuesta "pureza".